A diferencia de lo que muchos creen, los Sugar daddies no buscan encuentros esporádicos remunerados si no construir una relación real con una mujer, basado en un acuerdo entre las partes implicadas.
Hay muchos términos erróneos con relación al Sugar-dating, lo que ha hecho que se confunda esta práctica con la prostitución. En este caso el Sugar daddy es un hombre con un alto poder adquisitivo que busca mantener relaciones afectivas con mujeres más jóvenes, ofreciéndoles apoyo, asesoría o aprendizaje y estatus social.
En el caso de Tarragona, situado al sur de Cataluña, siendo una de las ciudades más destacadas durante el Imperio Romano. Se encuentra ubicado a orillas del mar Mediterráneo, con playas de agua cálida y cristalina. Su tradición histórica y patrimonio artístico, la convierten en una ciudad de gran atractivo turístico.
Esta ciudad alberga, además, una gran actividad dentro del Sugar-dating, siendo las personas que llevan a cabo esta práctica cada vez más numerosas.
En este caso, el perfil de los Sugar daddies, son personas de alto nivel adquisitivo de una media de edad de 45 años, que suelen ser empresarios de éxito, que buscan a mujeres más jóvenes, que les aporten discreción, seguridad, valor, compañía e intimidad. Además, el auge de las Sugar mammies es bastante notorio, quienes, a pesar de ser un porcentaje bastante por debajo al de los hombres, cada vez ese número es mayor.
Por otro lado, en el caso de los/as Sugar babies, el perfil que destaca, son personas de alrededor de 20 años, que buscan un aumento en su estatus social y vivir una vida de mayor nivel, mediante regalos, viajes o compensaciones económicas. Al igual que en el caso anterior, son cada vez más los hombres que se ofrecen a ser Sugar babies tanto en prácticas heterosexuales, como en homosexuales.